En las ultimas tres semanas he ido de punta a punta de la península, Barcelona, Sevilla, Málaga, Oviedo, Gijón, Bilbao, Valencia,... En todos ellos he tenido el placer de encontrarme con personas que como yo están siguiendo el método Naturhouse y es que tener cosas en común
Me he llevado grandes sorpresas, pues pese a que no siempre he podido visitar los centros en las horas de mayor afluencia de gente, me ha sorprendido la cantidad de personas que había en ellos y cómo compartían sus experiencias conmigo de forma tan espontánea y natural que te llega al corazón. También he recibido muchas muestras de cariño de los comercios colindantes a los centros Naturhouse, perfumerías, carnicerías, droguerías, etc. El recibimiento ha sido muy grato, e incluso me he llegado a sonrojar cuando me dicen que ahora tengo un aspecto más "sanote" y se nota que estoy siguiendo el método Naturhouse.
En este periplo por nuestro país he tenido que pasar por numerosos aeropuertos, y he aplicado lo aprendido en Naturhouse, he conseguido no comer de manera desorganizada durante los tiempos de espera. Algo que sí hacía antes y al no hacerlo ahora me ayuda a mantener la línea.
De la misma manera, que me he dado cuenta de lo sencillo que es viajar, también he podido comprobar lo fácil que es seguir el método Naturhouse. Siempre he encontrado en los buffets alimentos y platos que se adaptaban a mi dieta perfectamente que junto a los complementos de Naturhouse me han permitido seguir la pauta sin saltármela ningún día. Y a la vista están los resultados, ja, ja,…
Las personas con las que he ido coincidiendo en estos días me preguntaban el por qué de mi buen aspecto, y mi respuesta ha sido siempre la misma: “Gracias a Naturhouse he mejorado mi bienestar. Visita uno de sus centros, seguro que tienes uno cerca de tu casa, y allí te explicarán cómo llevar una dieta saludable y mejorar tu aspecto considerablemente”.
Estoy muy agradecido por la atención recibida por parte de todo el personal de los centros Naturhouse, son fantásticos, “todos”. Además, nos han ofrecido exquisitos tentempiés con los que nos han demostrado que se pueden conjugar perfectamente con la pauta Naturhouse y sus complementos. Tanto yo, como los clientes allí presentes comprobamos claramente la diferencia entre el picoteo normal y el equilibrado ofrecido por los centros Naturhouse.
He de decir que en todos los lugares me han tratado con una exquisita amabilidad, pero también tengo que decir que he echado en falta una mayor presencia de hombres en los centros, -señores, en lo de cuidarse, las mujeres nos ganan- y creo que aún no han vencido la timidez o no se han concienciado de la importante que es la salud. Desde aquí les digo que vergüenza, ninguna, que estamos en el siglo XXI y lo de cuidarse es fundamental para tener una buena calidad de vida. Por lo tanto, caballeros, pónganse las pilas.
Ninguna otra palabra podría identificar mejor lo que siento ahora mismo hacia la gente que me ha rodeado en esta tournée, y aunque sea una palabra muy usada y a veces frecuente, a la vez es sincera y emotiva, son solo siete letras: ¡GRACIAS!. Gracias a Pepa, una clienta ciega que con sus manos comprobó los kilos que yo había perdido, a Juana por emocionarse al verme, a Álvaro, todo un campeón con sus veinticinco kilos menos y Jesús de Gijón, un ejemplo a seguir por su fuerza de voluntad (su madre me entenderá).
Aquí os adjunto algunas de las fotos de los lugares en los que he estado con algunos de vosotros, son un grato recuerdo, espero que también lo sea para vosotros.
En breve os iré contando más. Hasta pronto.
